Cuando
se produjo la "revolución", mi temor era que un hombre habilidoso tomara el
gobierno y, mediante una conducta inteligente, pudiera aprovechar el propio Justicialismo para desplazar a los hombres e imponerse poco a poco dentro de él
o colateralmente. Un hombre desapasionado e inteligente pudo haberse alzado con
el Santo y la limosna . Todo consistía en que se diera cuenta que el
Justicialismo había copado las banderas populares de la Justicia Social, la Independencia Económica, la Soberanía, que ya nadie podría arriar en
nuestro país, como asimismo, que se había inculcado una Doctrina al Pueblo, para destruir la cual, no valen ni los tanques ni los cañones, sino que sería
necesario reemplazarla por otra doctrina mejor.
En
cambio (...) ellos
entraron con innecesaria violencia, asesinando gente inútilmente, persiguiendo
dirigente gremiales y políticos sin necesidad, destruyendo monumentos e
interviniendo violentamente para destruirlo todo con el fin de “desperonizar al
país”. Ello representaba colocarse en lucha activa contra el ochenta por
ciento de la población.
Llevaron su falta de tino hasta lo inconcebible,
ofendiendo la memoria de Eva Perón que es adorada por el Pueblo. Mandaron romper
sus bustos (el busto de Eva Perón en la puerta de la C.G.T. fue mandado a
destruir con un tanque del Ejército) y atropellaron la “Fundación Eva Perón”, por ella creada.
Es de imaginar lo que esto representa para el Pueblo que
levanta altares y prende velas a la memoria de la “Mártir del Trabajo”, como
se le llama.
Lo
único que no se perdona es la ofensa a las cosas que nos son sagradas.
En cada
corazón existe un altar invisible pero poderoso, donde colocamos la cosas
queridas y donde sólo llegamos nosotros. Nadie puede sacarlas de allí y menor
aun por la violencia.
Por eso a pesar de la amenaza, de los buques, los tanques
y la ametralladoras, aun hoy mando más que ellos en la Argentina, porque lo
hago sobre muchos millones de corazones humildes.
La
política es un arte sutil y todo de ejecución y los errores cometidos en el
comienzo ya no pueden ser subsanados en el curso de los acontecimientos. Dentro
del cauce que han tomado los hechos, para Nuestro Movimiento y nuestra Doctrina, este golpe será beneficiosos, pues la persecución lo fortalecerá y
la lucha lo hará aguerrido, a la par que los groseros errores de la dictadura
en lo económico y en lo social, reafirmarán y elevarán inusitadamente los
valores de nuestra concepción doctrinaria.
Para triunfar no basta que las
doctrinas sean acertadas, sino que también es menester que se las someta a la
prueba del combate. Si resiste la lucha es porque son buenas, si no son buenas
es mejor que desaparezcan.
Los males no se remedian solamente evitándolos, sino
también enfrentándolos.
(...)
Pero,
¿qué puede esperarse de esta dictadura de ignorantes y reaccionarios que no
sea miseria, dolor y ruina?
(...)
La
actual revolución argentina no tiene causas porque sólo es una reacción, es
decir un movimiento de fuerzas antipopular reaccionario.
El Pueblo y la
opinión pública están contra la dictadura.
Esta
revolución no tiene causas porque no ha sido inspirada sino financiada. Por
eso, les ha sido necesario buscar una explicación mediante la calumnia
denigratoria de los hombres, ya que en el gobierno no existe nada que pueda dar
siquiera asidero a la calumnia.
Su
programa, según lo anunciado por ellos (...) es destruir lo realizado por nosotros en los últimos diez años transcurridos.
Destruir
la Justicia Social , lo cual ya está en marcha mediante arbitrios
económicos.
Destruir
la Independencia Económica, mediante la vuelta a un país endeudado por empréstitos y con sus servicios entregados al extranjero.
Destruir
la Soberanía Política mediante el fraude electoral en lo interno y la
independencia colonial en lo externo.
Ya
han conseguido en gran parte destruir la felicidad del Pueblo y van en camino
franco hacia la destrucción de la Grandeza del País.
Nosotros
luchamos durante diez años por incorporar el Pueblo a la vida nacional. Ahora
la reacción trabaja por desplazarlo nuevamente.
Iniciamos en 1945 la marcha
hacia el porvenir siguiendo las banderas de la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política, en busca de la Felicidad
del Pueblo y la Grandeza de la Nación.
Ellos arriaron esas banderas y han
renunciado a su destino.
Han
pasado tres meses y dos gobiernos. Aún estamos en la etapa de la persecución
despiadada.
El gobierno a tumbos recuerda al viajero que desconoce una región,
que preguntando y preguntando, no llega nunca a destino.
Estos dictadores
inexpertos como no saben a dónde van, de consulta en consulta, terminarán por
pederse en un camino que, al fin, no conduce a ninguna parte.
Dolorosa
experiencia para el Pueblo Argentino que sufrirá y pagará las consecuencias.
Una dictadura militar es una grave enfermedad que se pasa, pero que deja las
terrible secuelas de sus males.
Panamá,
1956
[Este
fragmento pertenece a "La Fuerza es el Derecho de las Bestias". Juan Domingo
Perón.]